martes, 27 de septiembre de 2016

LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA LATINOAMERICANA EN EL ÚLTIMOS 10 AÑOS

Mirtha Abraham Nazif
Alfredo Rojas Figueroa
 


I. Una mirada a la investigación educativa
a. Diversidad temática

Al hacer una revisión de las temáticas contenidas en las investigaciones educativas, fue posible clasificar alrededor de 52 temas recurrentes. Entre los más relevantes aparece el tópico "docentes", con un 9,2% de la muestra. Dentro de este tópico, se encontraron diferentes investigaciones que aluden a temas como: formación docente, perfil del profesor, capacitación de maestros, profesionalización docente, vocación, condiciones de vida y de trabajo de los maestros, entre otros.
Las investigaciones sobre distintas disciplinas de estudios y en particular, Ciencias Naturales, Matemática, Español y otros idiomas, concentran otro 7,1%. Estos estudios hacen referencia, tanto al significado de la disciplina en el ámbito educativo, como a su enseñanza en diferentes niveles escolares.
Le siguen los diagnósticos y otros estudios generales del sistema educativo, con un 4,7% y las investigaciones acerca de innovaciones educativas en el sistema formal con un 4,5%. Se agrupan en un 4,2% tanto las investigaciones referidas a la escuela, al clima institucional, a la cultura escolar y a la disciplina en el aula; así como la investigación sobre la investigación educativa. Diversos temas muestran proporciones inferiores al 4 %, ratificando así la dispersión mencionada.
 
 
b. Diversidad metodológica

Al efectuar un examen de los enfoques metodológicos presentes en las investigaciones se pudieron establecer, por lo menos 15 categorías (Ver Cuadro 1). Entre las perspectivas metodológicas más utilizadas se ubican las de tipo descriptivas (27,6%), las documentales (19%); las cuasi-experimentales (12,6%); los estudios de casos (8,9%); los análisis de estadísticas (7,9%); las etnográficas (7,4%); las referidas a investigación acción-participativa (6,6%); y las evaluativas (4,5%).
Si se suman las investigaciones de tipo descriptivo, más las cuasi-experimentales y a ellas se agregan las de tipo exploratorio, se origina un subconjunto en el que predominan los procedimientos cuantitativos, el análisis de variables que establecen las causalidades de un fenómeno y las descripciones estadísticas del mismo. Este grupo concentra el 41,8% de las investigaciones.
Cabe hacer notar que las investigaciones de tipo descriptivo, frecuentemente no pasan de ser aplicaciones de encuestas, cuestionarios o entrevistas simples. Al analizar en detalle este subgrupo se observa, que en general, la amplitud y fundamentación de los marcos referenciales y las hipótesis que se formulan, no siempre tienen correspondencia con los diseños metodológicos y estadísticos utilizados. Ellos son indicativos de poco desarrollo del campo en algunos países o durante algunos períodos, en las que este tipo de investigaciones aparece con mayor frecuencia.
Si se suman las investigaciones que utilizan métodos de estudio de casos (9%), con las de tipo etnográficas (7 ,4%) y las de investigación participativa (7,1); más las que utilizan historias de vida, se tiene un subconjunto en el que predominan los enfoques interpretativos, el estudio de procesos y el análisis de interrelaciones entre los distintos componentes de una determinada situación. Este concentra al 23,7% del total.
Respecto de las investigaciones de corte documental, se constata que en un 41% ellas corresponden a investigaciones históricas y a investigaciones acerca del estado de la investigación educativa. El 59% restante se distribuye en estudios acerca de políticas educativas, sistema educacional, capacitación y otras. Una proporción importante de estas investigaciones se autodenominan "Estado del Arte", pues se proponen iluminar el estado del conocimiento existente respecto de algún tópico.
c. Periodos de concentración temporal e institucional
La información anteriormente presentada muestra una gran dispersión temática y metodológica en la investigación educativa de la región. Sin embargo es posible establecer algunas tendencias que revelan la existencia de una concentración de investigaciones con determinadas temáticas y metodologías en ciertos períodos e instituciones. En este sentido, destaca la concentración de la investigación colombiana en el tema de innovaciones (por ejemplo, Aguilar y otros, 1994); las investigaciones de bilinguismo y educación indígena del Programa Experimental de Educación Bilingue de Puno, Perú, en los años 1985-89 (veáse Villavicencio, 1987) ; la formación docente en Argentina (por ejemplo, Braslavsky y Birgin 1992) y México   (véase Ducoing y otros, 1993); la investigación sobre la construcción del conocimiento en la Universidad (por ejemplo, Calvo 1986) ; las investigaciones referidas a la enseñanza de las ciencias, durante los años 1985 y 1986, en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (véase Reyez, 1985) las de matemáticas y ciencias naturales en la Escuela Superior del Profesorado "Francisco Morazán" (hoy Universidad Pedagógica) de Honduras en los años 1988- 1989 (entre otras, Zuñiga, 1989; Moya, 1987), las referidas a la educación rural indígena y bilingue en Bolivia (por ejemplo, Subirats y otros 1991).
En cuanto a las tendencias metodológicas, sobresalen las de tipo cuasi-experimental en Venezuela en los años 1987 y 1988 en la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes y en la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central  (veáse, Rodriguez, 1987); las de carácter cualitativo en México (especialmente las de tipo etnográficas en el DIE, veáse Rockwell y otros, 1985); y las históricodocumentales y análisis de estadísticas que corresponden a trabajos del Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación -PIIE- publicadas en los años 1985-1986. Los estudios de caso se relacionan con el proyecto de sistematización de experiencias de educación popular realizado en ese mismo país, por el Centro de Investigaciones y Desarrollo de la Educación (CIDE) junto a la FLACSO y al PIIE, entre los años 1985-1987.
 
 

 

lunes, 26 de septiembre de 2016

Factores que inciden en la aceptación de los dispositivos móviles para el aprendizaje en educación superior


Nuevos paradigmas en el proceso de enseñanza-aprendizaje


La adopción de los sistemas basados en e-learning ha sido la metodología docente que ha introducido un cambio más radical en los mecanismos de enseñanza y aprendizaje (Concannon, Flynn y Campbell, 2005). Este nuevo método de enseñanza ha alcanzado un rápido crecimiento y ha obligado a las instituciones educativas a repensar su estrategia formativa y tecnológica. El sistema universitario español no ha sido ajeno a esta tendencia y actualmente en todas las instituciones universitarias existe una creciente dependencia de los sistemas LMS (Learning Management System) como plataforma para el apoyo al aprendizaje.

M-learning 

Pero la evolución de la tecnología mantiene ritmo de innovación imparable, obligando a adaptar continuamente los métodos de enseñanza a los nuevos avances tecnológicos. En este sentido, no cabe duda que ha sido la proliferación de los dispositivos móviles el hito más significativo del último lustro, llegando a generar una revolución social en la que esta tecnología está omnipresente en todos los aspectos de nuestras vidas. La implantación y difusión de estos dispositivos también tienen su reflejo en los nuevos métodos docentes de tal forma que bajo el término m-learning (mobile learning) se han agrupado toda una serie procesos de enseñanza/ aprendizaje en los que el dispositivo móvil actúa como elemento vertebrador.

No hay una definición unánimemente aceptada del término m-learning aunque todas ellas hacen referencia al “uso de dispositivos móviles para facilitar el aprendizaje en cualquier momento y en cualquier lugar”. Por citar algún ejemplo, Geddes (2004, p. 1) lo define como “the acquisition of any knowledge and skill through using mobile technology, anywhere, anytime, that results in an alteration in behaviour”, mientras que Sharma y Kitchens (2004, p. 205) lo definen como “learning that is supported by mobile devices, ubiquitous communications technology and intelligent user interfaces”. Pero, con independencia de cuál sea la definición exacta, todas ellas participan de la misma idea: El uso de los dispositivos móviles juega un papel importante en actividades relacionadas con el aprendizaje sin que importe el lugar en el que se realice la actividad.

A nivel de tecnológico, los obstáculos que plantea el uso de estos dispositivos son de sobra conocidos (Lowenthal, 2010; Park, 2011; Wang, Wu y Wang, 2009). Por ejemplo, dificultad de acceso a la conectividad inalámbrica, pantalla pequeña, limitado poder de procesamiento, escasa capacidad de memoria, complicados mecanismos de introducción de texto, baja resolución de pantalla, hostiles interfaces de usuario y limitaciones gráficas.

El papel de la pedagogía


Pero es a nivel pedagógico donde es necesario dar respuestas a toda una serie de interrogantes que plantea la introducción de esta incipiente metodología: ¿Cómo interactúan los dispositivos móviles con los procesos de aprendizaje? ¿Cuáles son sus efectos en el aprendizaje de los estudiantes? ¿Cuál es el potencial pedagógico de los dispositivos móviles para mejorar la calidad del aprendizaje?

La comunicación con dispositivos móviles 


No cabe duda de que los dispositivos móviles interactúan con los procesos de aprendizaje, haciendo más fluida y frecuente la comunicación. La comunicación es el elemento clave para que se lleve a cabo la construcción de conocimiento. Con la utilización de estas tecnologías es indudable que se incrementan las posibilidades de interactuar entre los distintos actores que intervienen en el proceso educativo, por lo tanto, ayudan a difuminar la barrera que separa a docentes y discentes. Los estudiantes valoran positivamente estas herramientas que hacen más fluida la comunicación, no solo entre ellos, sino también con el profesor, especialmente en horas no convencionales (Andone, Dron y Pemberton, 2009). Sirva como ejemplo los resultados publicados por Bere (2013) en los que se muestra como el uso de mensajería instantánea (Whatsapp) tiene un elevado potencial para crear espacios de trabajo alternativos en un marco de aprendizaje colaborativo, transformando el proceso de enseñanza-aprendizaje en un proceso más agradable.

Otra importante vía de interacción de los dispositivos móviles con los procesos de aprendizaje son los pequeños programas conocidos como Apps que ofrecen una excelente experiencia de usuario. Las Apps son ágiles e intuitivas y con una curva de aprendizaje muy breve que las convierten ideales motores de procesos de aprendizaje específi cos (Godwin-Jones, 2011).

¿Cuáles son los efectos sobre el aprendizaje?


Con respecto a la segunda de las cuestiones planeadas, los efectos sobre el aprendizaje de los alumnos, diversas experiencias (Redondo, Fonseca, Sánchez y Navarro, 2014; Lai, Chu, Luo y Chen, 2013; Segui y Costa, 2013) han mostrado su utilidad para mejorar y potenciar la accesibilidad, productividad y calidad del aprendizaje. No en vano la literatura especializada concibe al m-learning como el epicentro de los procesos educativos actuales, presentándola como una de las tecnologías de horizonte a corto plazo (Martín, Díaz, Plaza, Ruiz, Castro y Peire, 2011) y con una fuerza innovadora de gran poder transformador y catalizador de cambio de prácticas docentes (Camacho y Lara, 2011).

Un buen número de investigaciones han mostrado como el m-learning mejora los procesos de aprendizaje. Por ejemplo, Redondo et al. (2014) muestra cómo estos dispositivos se han convertido en una herramienta eficaz, eficiente y satisfactoria para el uso de esta tecnología móvil. De la misma manera los resultados encontrados en Lai et al. (2013) revelaron que la tecnología móvil apoyando el aprendizaje colaborativo puede mejorar los logros de aprendizaje de los estudiantes.
 
También el m-learning tiene efectos en un aprendizaje transversal ya que en una sociedad en la que cada vez se consideran las nuevas tecnologías como una parte importante del currículo, el alumno siente la necesidad de dominarlas para no quedar excluido. Los alumnos piensan que el manejo de esta tecnología les será útil en su salida profesional y les ayudará a encontrar más rápidamente trabajo (Park, Nam y Cha, 2012; Jairak, Prasong y Kittima, 2009).

Conclusiones


Finalmente, con respecto al potencial pedagógico, estas herramientas tecnológicas emergentes ofrecen al educador un instrumento útil para mejorar la calidad del aprendizaje, tanto en lo relativo a los procesos de adquisición de información como en los procesos de transferencia de conocimientos. Los jóvenes aprenden mejor cuando algo es relevante para ellos, cuando hay una conexión social con lo que aprenden y cuando tienen realmente un interés personal. En esta línea, Camacho y Lara (2011) mencionan que en el sistema educativo de la sociedad actual es fundamental planificar y desarrollar un itinerario curricular que incluya el m-learning. También en las conclusiones de Navaridas, Santiago y Tourón (2013) se corrobora el aumento del interés de los estudiantes por las tareas, el incremento de la actividad durante el estudio, un trabajo más colaborativo, así como la mejora de la creatividad y el proceso de adquisición de información de los estudiantes.



Todas estas cuestiones han motivado a [...] conocer la integración que tiene entre la población universitaria el uso de estos dispositivos móviles para el aprendizaje, la forma en que los utilizan y los factores que determinan la adopción de esta tecnología para el aprendizaje.

Interrogantes

1. ¿Cuáles son los beneficios o perjuicios a nivel formativo de la introducción de dispositivos móviles en la educación superior?

2. ¿Considera que se hace uso de estas herramientas de manera adecuada en el nivel universitario? ¿Por qué?

3. ¿Cuáles son las oportunidades de mejora en el uso de dispositivos móviles en la educación superior?

Referencias bibliográficas


domingo, 25 de septiembre de 2016

ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Atención a la diversidad.
Resultado de imagen para DERECHO A LA EDUCACION +
 La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en el artículo primero que: Todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. En el quinto párrafo de este artículo se prohíbe toda discriminación motivada por origen étnico, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Resultado de imagen para diversidad CULTURALEl reconocimiento al derecho que tienen todos los mexicanos a participar con equidad en las distintas áreas de la vida social, en las que se incluye la educación media superior y superior, encuentra soporte en el Artículo 4 de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, a la que define como  toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas.


Inclusión ante la diversidad

Hablar sobre la convivencia escolar inevitablemente suele llevar imbricado un componente operacional, puesto que la educación remite a valores: expresamos una representación sobre la convivencia que es deseable. La convivencia es, sucede, por la interacción humana, pero nos inconformamos con eso que sucede. Asumimos una postura frente a la segregación, la inequidad, la exclusión, frente a la violencia que ello representa y a la violencia que a su vez da lugar. Referirnos a la convivencia refleja una tensión entre el estar siendo y el querer ser (Fierro y Tapia,
2012).
Hablar sobre la convivencia escolar inevitablemente suele llevar imbricado un componente aspiracional, puesto que la educación remite a valores: expresamos una representación sobre la convivencia que es deseable. La convivencia es, sucede, por la interacción humana, pero nos inconformamos con eso que sucede. Asumimos una postura frente a la segregación, la inequidad, la exclusión, frente a la violencia que ello representa y a la violencia que a su vez da lugar. Referirnos a la convivencia refleja una tensión entre el estar siendo y el querer ser


Aprendizaje de la convivencia en contextos educativos: identificando problemas y formulando propuestas de mejora desde la acción tutorial”, de María Verdeja. Este trabajo ofrece un repaso de la discusión teórica sobre la convivencia en el que se evidencia la diversidad de enfoques con los que se ha abordado este tema. Esta diversidad deriva, en buena medida, de los propósitos que se persiguen. Destaca con mucho la preocupación por contener la violencia creciente en las escuelas; mejorar la convivencia constituye una estrategia de prevención, así como también una vía para la inclusión, sea de personas con discapacidad, minorías étnicas, migrantes o habitantes de zonas marginadas. Un objetivo diferente persiguen quienes proponen la convivencia como medio para elevar los niveles de aprovechamiento y aprendizaje escolar. Asocian la convivencia con el clima escolar y del aula, se proponen crear las condiciones propicias para el mejor desempeño del estudiantado. Una concepción distinta sobre convivencia postula la necesidad de revisar de fondo el sentido de la escuela y el papel de los docentes ante los retos sociales actuales.
 Una concepción distinta sobre convivencia postula la necesidad de revisar de fondo el sentido de la escuela y el papel de los docentes ante los retos sociales actuales.
La escuela debe ser consciente de su situación actual, no ser indiferente a los cambios constantes que sufre la sociedad y repensar sus formas de enseñar, para que todos los estudiantes puedan acceder a los conocimientos y aprendizajes establecidos en su cultura de referencia. Históricamente, la escuela ha tenido dificultades para trabajar con la diversidad, fuente de intercambios, de innovación y creatividad, la diversidad cultural es tan necesaria para la humanidad, como la biodiversidad para la naturaleza. En este sentido, es el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras (UNESCO, 2009, p.1).

Cada escuela debería crear y fortalecer en cada alumno y en su comunidad un sentido de identidad a través del cual se amplíe la apreciación de sus conocimientos y su forma de ser, que el respeto y el valor por las diferencias de los demás y la capacidad de trabajo para la acción colectiva les ayude a aprender a luchar contra las estructuras rígidas y autoritarias. Como bien dice Booth y Ainscow (2002) la inclusión trata de la participación de todos los niños y adultos. Trata de apoyar a las escuelas para que sean más responsables ante la diversidad de orígenes, intereses, experiencias, conocimiento y niveles de los niños.


Una visión inclusiva de la comunidad se extiende más allá de la obligación de la familia y amistades a un sentimiento de solidaridad más amplio. Está vinculada a un sentido de responsabilidad hacia los demás y con las ideas de servicio público, la ciudadanía, la ciudadanía global y un reconocimiento de la interdependencia global.
Las escuelas deberían crear y nutrir una cultura escolar en la que los estudiantes puedan tener un sentimiento de pertenencia a través de la valoración de sus antecedentes culturales y el aprendizaje de estrategias para afrontar las condiciones adversas en las que viven.
Para construir una escuela inclusiva, debemos en primer lugar, pensar en un proyecto de nueva escuela. Según López Melero (2008), debe partir de la premisa que todos los estudiantes que acceden a ella son capaces de aprender. Para el autor, este es el principio de educación inclusiva, es decir, que tenga en cuenta la diversidad humana como un valor.


La educación inclusiva es una oportunidad de aprendizaje para todos, tanto los sistemas, los equipos docentes de los centros educativos, como todos los que convivimos con las diferencias, pudiendo aprender nuevas formas de resolver los conflictos. La Escuela inclusiva es aquella que fomenta una convivencia positiva entre todos sus miembros, es la base de la igualdad de oportunidades y la plena participación del alumnado, contribuyendo a una educación más personalizada, fomentando la colaboración entre todos los miembros de la comunidad escolar (cooperación y participación), y constituye un paso esencial para avanzar hacia sociedades más inclusivas y democráticas.
Estas escuelas se constituyen como verdaderas organizaciones que aprenden, a través de diferentes dinámicas de innovación y mejora, entre las que se encuentran el uso de metodologías de enseñanza y aprendizaje como el aprendizaje a través de grupos cooperativos (Martín y Muñoz, 2011).
La educación desde la infancia debe tener una perspectiva inclusiva. Consideramos que todos los niños deben tener acceso a la educación en la primera infancia, lo que todavía no se ha conseguido del todo, pero tenemos que garantizar la legitimidad de este proceso promoviendo el aprendizaje y el desarrollo de todos ellos.

Para llevar a cabo este principio creemos que es muy importante que los equipos docentes acrediten que las personas con discapacidad pueden aprender, pues si perpetuamos la creencia en la incapacidad, seguramente no tendremos buenos resultados.
 
Por lo tanto, la inclusión para promover el aprendizaje de todos debe superar las prácticas que valoran la homogeneidad, la competición, en favor de prácticas que favorezcan la solidaridad, el trabajo cooperativo, el respecto por las diferencias, como también, la creencia de que los niños aprenden de maneras diferentes, por caminos diferentes, incluso que pueden aprender cosas diferentes.
Es importante advertir que las diferencias no deben dar lugar a la indiferencia, o transformarlas en la inclusión exclusiva. Bajo este punto de vista, debemos tener en cuenta un plan de estudios que fomente la alegría, la diversión, la complejidad del juego, la emoción, el cuerpo, la cognición, la cultura, la vida social, la imaginación, la fantasía, la expresión y la construcción de la identidad cultural.
Por consiguiente, es importante el trabajo de varios lenguajes en la escuela, ya que permiten comprender el mundo, expresar ideas, sentimientos, sensaciones, compartir sus producciones con los demás, crear, producir y transformar el mundo, y a sí mismo.
Normalmente, las razones que impiden que el profesor promueva la inclusión con calidad y responsabilidad son múltiples y tienen que ver con cambios en la cultura y la actitud, difíciles de superar, pero que deben llevarse a cabo con urgencia. Queda por tener el coraje de dejar de usar la escuela como un instrumento de elitismo y exclusión del conocimiento.

Diversidad y desarrollo educativo.

Resultado de imagen para diversidad educativa Las transformaciones educativas siempre tienen un referente sociohistórico que puede impulsarlas o bloquearlas. La situación de la formación de alumnos y profesores en el marco de la multiculturalidad contemporánea no es la excepción. Para educadores, funcionarios y dirigentes de movimientos sociales, el debate sobre la educación sensitiva a la diversidad cultural de las poblaciones discriminadas gira en torno al derecho y al reconocimiento dentro del todo nacional, reivindicaciones que no han sido satisfechas y, por ende, se encuentran bloqueadas.
Las alteridades sociales y sus organizaciones (etnias, inmigrantes, géneros, idiomas, religiones) contienden y negocian con los gobiernos centrales medidas tales como el estatus de sujetos de derecho, la ciudadanía y la pertinencia de las políticas públicas. Por tanto, la apertura y el pluralismo de las políticas públicas culturales y educativas, a corto plazo, dependerán más bien de negociaciones políticas que de razones educativas (calidad, equidad, pertinencia). Hablar de la diversidad del alumnado en términos de aprendizaje, es referirnos a que quien aprende no es un grupo sino cada sujeto y cada uno de ellos a su manera. Una docencia basada en el aprendizaje de nuestros estudiantes nos obliga a estar pendientes de cada uno de ellos, a supervisar el proceso que va siguiendo, a facilitar su progreso a través de los dispositivos didácticos cuyo dominio se nos supone como profesionales de la enseñanza, en definitiva, una enseñanza más individualizada.

Resultado de imagen para AMBIENTE DE APRENDIZAJELa respuesta educativa a la diversidad del aprendiz implica por parte de los  docentes conocer a sus estudiantes antes de iniciar el proceso de enseñanza, lo que constituye una premisa básica para poner en práctica la posibilidad de comprensión. Ésta implica la aceptación de la heterogeneidad en el aula y en consecuencia una intervención educativa que respete las diferencias y compense las desigualdades. La atención a la diversidad en la educación superior debe ser una continua concreción de tomas de decisiones que se van plasmando desde el proyecto docente hasta el desarrollo de las unidades didácticas, implicando la oportuna diversificación de procedimientos y estrategias de enseñanza-aprendizaje.
Alegre (2010) realiza una nueva aportación al describir diez capacidades docentes fundamentales para la atención a la diversidad del alumnado: capacidad reflexiva, medial, la de gestionar situaciones diversas de aprendizaje en el aula, la de ser tutor y mentor, la de promover el aprendizaje cooperativo y entre iguales, la capacidad de comunicarse e interactuar, la capacidad de proporcionar un enfoque globalizador y metacognitivo, la de enriquecer actividades de enseñanza-aprendizaje, la de motivar e implicar con metodología activas al alumnado y la de planificar.
Estamos hablando de docentes cuya competencia de acción profesional para atender la diversidad, se caracterice por sus capacidades, para:
·         Identificar las necesidades que se generan y los conflictos a los que se enfrentan, derivadas de las interacciones de enseñanza y aprendizaje, cuando deben atender estudiantes con necesidades educativas especiales.
·         Identificar y desarrollar estrategias innovadoras para favorecer la inclusión de los alumnos con necesidades especiales.
·         Llevar a cabo valoraciones de los potenciales de los alumnos y de sus contextos.
·         Incorporar modificaciones al currículo que lo aparten lo menos posible de la programación regular, o de los planteamientos comunes.
·         Conformar equipos de apoyo y redes de apoyo institucional.
Enseñar teniendo en cuenta la diversidad del alumnado requiere, además de cambios metodológicos (Martínez Serrano, 2007), definir un modelo de profesor capaz de programar, tomar decisiones de cambio y mejorar su práctica educativa teniendo en cuenta el nivel educativo donde se imparte docencia, las características de los alumnos, el contexto del aula y el contenido a comprender de acuerdo con los objetivos planteados, así como poseer hábitos y destrezas para el aprendizaje autónomo y cooperativo, y promoverlo.
Todo ello se podría resumir en cuatro competencias: compromiso y actitud positiva hacia la diversidad, planificación educativa teniendo en cuenta las diferencias, mediación educativa para lograr los objetivos y evaluación formativa para mejorar el aprendizaje de sus estudiantes (Arteaga y García García, 2008).
a. Compromiso y actitud positiva hacia la diversidad
Cada profesor de manera individual debe mantener una actitud positiva ante la diversidad de sus aulas y estar dispuesto a asumir la responsabilidad de buscar soluciones adecuadas a los estudiantes. Este reto supone un trabajo cooperativo, activo e innovador en una organización flexible y abierta.
El profesor deja de ser la principal fuente del conocimiento para realizar tareas de planificación, diseño, mediación y evaluación, siendo el intermediario entre la situación instructiva y la de aprendizaje de los estudiantes, guiándoles en la consecución de los objetivos y asegurando un aprendizaje significativo. Así, el compromiso y la implicación del profesorado supone asumir las tareas de planificación, mediación y evaluación formativa.
b. Planificación educativa teniendo en cuenta las diferencias
El profesor debe predecir y detectar con anticipación las tareas en las que hay estudiantes que pueden afrontarlas con éxito y otros que por diversos motivos no pueden. Lo que podría denominarse aptitud para aprender supone evaluar el conocimiento previo de la materia junto con el interés, la persistencia y el compromiso individual hacia el aprendizaje. El alumno de bajo rendimiento, aquel cuyos parámetros de inteligencia y personalidad se consideran normales, suele manifestar una baja motivación para aprender, sobre todo si sus experiencias previas no han sido demasiado positivas. Por esta razón, este tipo de alumnos necesitan una mayor atención, orientación y seguimiento para que aumente su probabilidad de éxito en el aprendizaje.
c. Mediación educativa para lograr los objetivos
El objetivo de todo profesor debe ser que todos los estudiantes, cualquiera que sea su procedencia o nivel de partida, logren los objetivos formulados.
Entonces la tarea del profesorado será decidir si los estudiantes necesitan más o menos ayuda, más o menos orientación, más o menos control, u otros materiales o actividades, u otros contenidos. En definitiva, supone prevenir posibles problemas comprendiendo y observando las diferencias que facilitan el logro de los objetivos y dando una respuesta que se ajuste al perfil individual.
La enseñanza basada en la atención a la diversidad supone una concepción de la relación docente-discente centrada en el aprendizaje, cooperación y respeto mutuo. El profesor tiene la función de coordinar y ajustar el proceso de enseñanza-aprendizaje a cada situación instructiva. En este sistema la información y explicaciones a todo el grupo disminuyen para aumentar, antes de la situación instructiva, las tareas de planificación y, durante el proceso instructivo, las tareas de orientación individual, supervisión y evaluación de las actividades de aprendizaje.
d. Evaluación formativa para mejorar el aprendizaje de sus estudiantes
Por último, es importante que se analicen los resultados en términos de lo logrado por diferentes estrategias educativas, evaluando no sólo al estudiante sino principalmente las decisiones tomadas sobre la intervención que ha tenido lugar.
Por un lado, es importante evaluar los resultados de los estudiantes en cada unidad planificada, de forma que los problemas de aprendizaje sean solventados en el momento y se tomen decisiones de ajuste adecuadas a cada estudiante, como son: dar más tiempo, ofrecer nuevas actividades o cambiar la metodología utilizada.
Por otro lado, no olvidar que el éxito de aprendizaje de los estudiantes depende, sobre todo, de la adecuación del entorno de enseñanza más que de las diferencias de capacidad del estudiante. Por esta razón la universidad debe diseñar entornos de aprendizaje que aumenten el éxito de la gran mayoría de los estudiantes, a pesar de las diferencias de aptitud iniciales; asimismo, deben analizarse los posibles problemas que hayan impedido o las decisiones que hayan facilitado la solución de los problemas de aprendizaje con la finalidad de que el ajuste sea cada vez más preciso y eficaz.
Enseñar teniendo en cuenta a la diversidad del alumnado, requiere además de cambios metodológicos, definir un modelo de profesor, con al menos, cuatro competencias básicas: compromiso y actitud positiva hacia la diversidad, planificación educativa teniendo en cuenta las diferencias, mediación educativa para lograr los objetivos y evaluación formativa para mejorar el aprendizaje de sus estudiantes (Arteaga y García García, 2008).

Resultado de imagen para EQUIDADLa equidad es un principio vinculado con la organización de la sociedad, que da legitimidad a los criterios para hacerlo. En un principio, la equidad sirvió para establecer una distribución de privilegios basada en la estratificación social, para ir derivando hacia una concepción fundamentada en la igualdad de derechos que promoviera la movilidad social mediante un marco jurídico. En la actualidad, la equidad es una demanda social derivada de la aspiración ciudadana que, amparada en valores democráticos y de progreso humano, intenta conjugar metas individuales y colectivas basadas en la justicia y la igualdad, asumiendo un mayor protagonismo en reivindicar a una sociedad más justa y equitativa.

Bibliografía
·         La diversidad en las reformas educativas interculturales  Vol. 4, Núm. 2 (2002)
Héctor Muñoz Cruz
·         Competencias docentes y educación inclusiva Vol. 15, Núm. 2 (mayo 2013)
José María Fernández Batanero
·         Tendencias internacionales sobre equidad educativa desde la perspectiva del cambio educativo  Vol. 16, Núm. 1 (enero 2014)
José Sánchez Santamaría, Asunción Manzanares Moya http://redie.uabc.mx/redie/article/view/472/899
·         Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva septiembre 2012 - febrero 2013/ Volumen 6 / Número 2 Escuela de Educación Diferencial Facultad de Ciencias de la Educación Versión electrónica: http://www.rinace.net/rlei/

Preguntas
¿Existe las mismas oportunidades en las escuelas primarias? ¿Por qué?
¿Cuáles son las características de un docente para atender a la diversidad?
¿Cómo deben ser las competencias docentes para atender a la diversidad?